miércoles, 26 de diciembre de 2012

Noir Mort


I
Cielo rojizo, sol amarillo:
Tarde me encuentras con su anillo
Y aunque lo miro redondo y frío
No la recuerdo ni puedo verla
Como una lagrima que se acerca
Desde la muerte; desde la muerte

Abre tus ojos cristal de agua
Pálidos ojos bajo una manta
Manta de agua, olas saladas
Por tus pupilas brillan los peces
Mientras te bailan; mientras te bailan
Cama de algas, tumba sin tapa

Cielo rojizo, sol amarillo:
Como una mancha avanzas
Quieres llevarme, quieres llevarme
Desde el desierto al mar.
Allí profundo duermes ahora
¿Dormir contigo en esta selva azul?
¿Fueron tus manos? ¿Fueron mis manos?
Eso da igual…

En tus pupilas brillan los peces

Pasan silentes frente a tu tez
Pero si lloras nadie se entera
Porque tus lagrimas se mezclan con el mar azul
Cielo rojizo, sol amarillo, mar azul…

II
Muñeca blanca, verde entre algas
Fosforescencia bajo las aguas
Mano te falta que acompaña
Y me acaricia tan fríamente
Como una lagrima que se me acerca
Desde la muerte; desde la muerte.

Cara de luna, blanco de nieve.
Negra es la muerte cuando te mancha.
¿Quién te ha dejado? ¿Quién te ha dejado?
¿Fueron mis manos? ¿Fueron tus manos?
Hay un anillo puesto en tu dedo
En una caja. Caja que canta

Muñeca blanca, verde entre algas:
Como una sombra avanzas
Quieres dejarme. Quieres dejarme
Pero también me llamas
Desde la muere; desde la muerte
Tu imagen me reclama
¿Fueron tus manos? ¿Fueron mis manos?
Eso da igual…

Veo tus ojos que me contemplan
Veo tus ojos que no me miran
Veo en tus ojos un silencioso mar azul
Muñeca blanca, verde entre algas, noir mort


III
Veo en sus ojos cientos de peces
Abres su boca que burbujea, que burbujea
Como una mancha avanza.
Aquí esta seco. Ella mojada.
Desde el desierto al agua.

Mueve sus labios tan brevemente; tan brevemente
Casi no escucho pero ella dice… creo que dice:
.- ¡Noir mort! ¡Noir mort!



lunes, 17 de diciembre de 2012

Línea azul en tu cara


Ella es tan mujer, es verano.
Ella es una línea azul en su cara.
No podría entender su presencia
si no fuera que esta aquí.

Como una luna salvaje, una María.
Una sabana encendida.
Despierta instintos fatales
que me traicionan cuando la miro.

Como una fruta mojada, una mañana.
Una cadena de estrellas.
Causa una sed tan severa
que solo sacia su piel salada.

Como una musa discreta, una arboleda.
Una noche serena.
Brinda las letras exactas
que me sorprenden cuando las canto.

Como un colgante de piedra, una caverna.
Una potencia dormida.
Pulsa una mirada atenta
que se que tiembla cuando le digo:

Vos sos tan mujer, sos verano.
Vos sos una línea azul en tu cara.
No podría entender tu presencia
si no fuera que estas aquí.

No podría besarte la boca
si no fuera que estas aquí.

jueves, 27 de septiembre de 2012

Desmesura



Veo allí, en las sombras de la cueva, un marido engañado que mata a su esposa; una esposa que apuñala en el lecho; una mujer que envenena a su amante; un hijo que venga a su padre; un padre que inmola a sus hijos; hijos que dan muerte a sus padres, espectros que redundan en acciones, reyes asesinados, vírgenes violadas, jóvenes agonizando y todo lo sublime.

martes, 25 de septiembre de 2012

Niño Laurel


Niño Laurel.- Mi  madre llego a odiar a mi padre y mi padre igual. Sus peleas fueron aberrantes actos de violencia concubinal. Se distanciaron sabiamente para evitar la muerte de uno. Por separado fueron personas distintas, a veces hasta dóciles y otras  veces justas. La falla estaba en la combinación de caracteres; en el choque imparable de sus fuerzas opuestas; se trato del fracaso de un mecanismo compuesto por piezas de matrizaría incompatible. Yo soy el resultado, y mis hermanos lo fueron, de esa unión; de una cadena rota. Soy la encarnación de un error. Soy la síntesis de una gesta violenta. Mi desprecio no fue para ellos es para mí, aunque ellos pagaron. ¿Dónde esta mi corona ahora? ¿y donde esta mi sentencia?

Fragmento de Niño Laurel

domingo, 5 de agosto de 2012

Salmo I


No tengo miedo a la montaña.
No temo de la noche salvaje bajo las estrellas.
No tengo miedo del mar y sus olas
Que rompen feroces entre piedras.

No me atemoriza el abismo vacío.
No me aterra la caverna oscura y silenciosa.
No tiemblo ante el frió crudo en la carne
Ni esquivo el desierto desolado.

Solo temo a una cosa frágil como la hierba.
A la blanda carne que se me asemeja.
Que no duerme y cavila.
Temo del hombre; del alto hombre.

Temo a sus reglas, a su  estupidez / a mi estupidez...
como un espejo.


miércoles, 11 de julio de 2012

Hablar de amor, en realidad es difícil



 - ¿Que piensa que es el amor?

- No sé que es el amor. ¿Una fuerza que nos une con las cosas? ¿es el efecto de fricción entre dos que lo practican? Es una angustia llena, una lagrima deseada, una sonrisa nostálgica, una intensidad plena, una ternura que podría traicionarnos, una sorpresa de los años o quizás un sillón con nuestras formas moldeadas. Todo eso se parece al amor. Tambien se trata de algo puesto en el otro; algo que se escapa de nuestro ego, de nuestro instinto de supervivencia. Es una acción que arriesga de mas . Nos hace elegir al otro por sobre nuestra voluntad. O mejor dicho, el amor es lo que convierte nuestra voluntad en un milagro para el otro. El amor se parece a todas esas cosas y aun así se me escapa del pensamiento.

martes, 3 de julio de 2012

Soliloquio que antecede una venganza amorosa



-Shh… ¡Corazón: calla! No des señales…

Estoy rendido y endurecido.
Mi orgullo se levanta ante mi fatalidad.
Tu falta de tacto me ha dejado atónito.
Todo es igual ahora… y no… ¿soy frágil?

La frivolidad y vulgaridad de tus actos
Me han dejado un sabor amargo.
Se ahogan mis esperanzas;
Se anula mi sinceridad.

Dudo de mí… de no creerme ingenuo,
De esperar, de creer, de ser victimario.
Dudo de vos… ¡Víbora! ¡Mujer!   
¡Podrías picar! Y sin embargo me gustas.

-Shh… ¡Calla corazón! ¡No des señales!

Quiero tenerte, si… pero esta vez con miradas frías;
Con besos que sometan y muerdan la lengua con los dientes.
¡Sin abrazos, sin caricias!
Con la mano firme apretando los cabellos de la nuca.

Besos orgullosos y violentos que te lastimen placenteramente
Y los desees como dientes clavados en tu lengua.
Sangre derramada en nuestras bocas venenosas.
¿Querías un vampiro? ¡Pues eso soy ahora!

¡Basta corazón! ¡Calla corazón! ¡No! ¡No demuestres!
Aprieta los dientes. ¡Calla corazón! ¡Calla!
¡Que nadie sepa que hay un nudo vacío en la superficie de tu alma!
Y otro inmenso y terrible en lo mas vital de mi orgullo de hombre.

¡Calla corazón! ¡Te ordeno que enmudezcas!

¡Todo por ella! ¡Víbora anónima! Mujer… víbora.
Perdición y tentación en todas los mitos.
¡Mujer, víbora! Y yo: tonto hombre crédulo.
Honorable en un mundo confuso de desfigurados y sangre de tomate.

¡No demuestres a nadie tu agonía y desesperación!
¡No vuelques lágrimas en mis ojos que me apenen, pues me avergüenzas!
¡No cedas ante los encantos del amor; sí ante la fría pasión!
Y por sobre todas las cosas: “guarda tu dolor, que será veneno”

Guárdalo bien. Para que se asiente, fermente, y sea fatal.
¿Que tan fuerte será tu veneno mujer? ¿Más que el mío?
¿Que tan fuerte será mi veneno Víbora? ¿Más que el tuyo?
Se sabrá si en el beso se muerden ambas lenguas.

En verdad me duele no respetarte.
Pero todos somos alguna vez víctimas o victimarios;
Dominados o dominadores.
Ahora no corazón… no hables. Ya llegará tu momento.

miércoles, 6 de junio de 2012

Un Bradbury por otro Bradbury


Su tema era el hombre, la mitología humana, nos llevaba muy lejos por el espacio y el tiempo para que nos reconociéramos en la sombra de un extraterrestre, o en la agonía de una ciudad inteligente perdida en el espacio. Me acuerdo de un cuento en el que un astronauta llega a un planeta lejano y se entera que Jesús acababa de irse tras dejar su mensaje de amor. El hombre decide salir a buscarlo por el espacio pero el narrador sabe que no importa cuantos planetas visite siempre llegara un instante después de su partida.

Recuerdo al hombre ilustrado, saturada su piel de imágenes, de visiones del pasado y el futuro. Recuerdo una habitación con niños que piensan en leones que se comen a sus padres. Recuerdo las quemas de libros, la agonía final de los seres literarios exiliados del planeta. Recuerdo su obsesión por los libros por sobre todas las cosas. Temía un futuro sin literatura, un futuro sin fiestas de navidad ni años nuevos, donde todos los días son iguales, donde el hogar ha desaparecido.

Mi padre me inculco el amor por dos escritores Borges y Ray Bradbury. A los 11 años me intrigaba el futuro, veía en la ciencia ficción respuestas metafísicas sobre el porvenir humano, le daba a esas historias el estatuto de revelación. Fue por esa época que mi papá me prometió un regalo especial para mi cumpleaños, se trataba de un libro que consideraba esencial y que me recomendaba leer con atención. Hoy guardo en mi biblioteca un ejemplar de El hombre ilustrado que mi papá me lego, fue el primer libro de lectura madura que hice de mi propiedad. Años después en una navidad le regale a mi viejo una copia de Las doradas manzanas del sol con una dedicatoria que decía más o menos así: “Un libro de Ray Bradbury a cambio de un libro de Ray Bradbury que recibí hace muchos años. De Picasso para Picasso, de ida y de vuelta el circulo se cierra”. Supe luego que al ojear el libro mi padre soltó algunas lagrimas.

A. Federico Pciasso





jueves, 31 de mayo de 2012

Selva Naranja





















Selva naranja, barroca te pinto.
Selva naranja, las luces del alba.
Vela brillando sin ganas.
Duerme, tranquila se apaga.

Hojas se secan doradas.
Tu pelo naranja es mi otoño.
No es otoño gris, es dorado.
Es un sol en el lago.
  
Selva naranja, se ríe el rió.
Selva naranja, las flores del hada.
Voces de vientos de agua.
Corre, profundo se lava.

Resina de árbol dorada.
Tu pelo naranja es mi ámbar.
No es un ámbar gris es dorado.
Es un pez en mis manos.

¿Cómo es el lugar donde es tu emoción?
Quiero mirarte a la luz de un velador.
De reír a callar hay un paso, no mas.
En silencio te he aprendido a observar.

Selva naranja… selva naranja...


















miércoles, 25 de abril de 2012

Las Montañas del Hombre

  
Este pucho va a tener el privilegio. De Santo Domingo viene a parar al Nilo. Si porque lo voy a tirar al Nilo. Es una forma de ensuciarlo o tal vez  no.

Antonio Tissera
Egipto, navegación al sur del Nilo, enero 2006.


Por lo que pude averiguar, fue hacia 1870 que Ramón Lucero, pariente por parte de la madre de mi padre, pudo concretar su sueño de realizar una expedición por el Nilo. Supe luego de recopilar los primeros datos, que fue esta empresa causa de un malestar económico y marital que fracturó a esa familia cordobesa. Una de sus ramas, se instalaría en el Chaco tres décadas después; donde mis abuelos se conocerían en una lancha cinco décadas mas tarde.
El viaje sería, una vez instalados en Alejandría, en barco por el Nilo. Recorrerían su cauce río arriba internándose en lo hondo del país. Según un itinerario confeccionado por Don Lucero, pisarían las costas unas veinte veces con el fin de acceder a diversos sitios: ciudades, tumbas y templos del pasado. Su asistente y acompañante espiritual en la travesía fue un sobrino de apellido Quiroga, posiblemente pariente indirecto del famoso caudillo.
No es mi intención en esta oportunidad, pues ya lo he hecho en otros informes, extenderme más en los detalles de la travesía: la fiebre exótica que contrajo Lucero; los varios exabruptos que dejaron a la expedición varada en tres oportunidades (una a causa de la fiebre contraída); o la única muerte violenta que registra la expedición, de la cual no he podido recopilar datos que la aclaren. Niego nuevamente que haya existido una mujer acompañante o la posibilidad de amoríos con nativas, en este punto debe tenerse en cuenta la naturaleza de la cultura islámica y la ingenuidad romántica de mis parientes.  
Lo que busco, es exaltar las breves pretensiones poéticas que tuvo Ramón Lucero en aquellos días, que fueron los mas anhelados para él, según expreso en su vejez. Navegar por ese Río, en especial para él, que conocía las historias, pudo ser una experiencia que evocó con mayor rigor la presencia del tiempo. Quiero decir, y tal vez me cueste pues me he abocado a la investigación y nunca a la expresión literaria, que en el río el tiempo y su paso se hace notar intensamente y en el país de Egipto, como en todas las tierras antiguas, el tiempo deja una densa estela difícil de ignorar.
Ramón no llevó un diario de su viaje. Él creía con convicción que “…los acontecimientos más relevantes serían aquellos capaces de sobrevivir a la purga del olvido”. Estos recuerdos perennes, purificados de la vulgaridad anecdótica (me provoca cierto dolor expresarme de este modo pues yo he estudiado anécdotas mucho tiempo) eran para él, verdades adquiridas tras la experiencia, (esto último es una conjetura personal). Fue su sobrino quien dejó un libro de viajes. El manuscrito se encuentra dañado en la tapas y en sus primeras y últimas páginas. Figura el apellido Quiroga en una carátula pero como dije las primeras páginas son casi ilegibles, impidiéndome conocer el nombre de pila del sobrino. Por otro lado, últimamente hasta he dudado de que se tratara de un verdadero sobrino de sangre.
Las notas tomadas por Quiroga pueden catalogarse de torpes (a veces escuetas, otras muy densas). Pero es en ellas que descubrí la faceta más reflexiva y literaria de mi pariente. Por alguna razón Quiroga tenia la costumbre de transcribir diálogos o expresiones irrelevantes manifestadas por sus acompañantes y en especial de aquel que hablaba su idioma natal con fluidez, es decir, su tío. El material trascripto será breve pero es la totalidad de la producción poética de Lucero.
En la navegación Ramón Lucero expresó las cinco frases que he dispuesto a continuación y aunque han sido tomadas de pasajes distintos y distantes del libro de Quiroga, producen su efecto estético y armónico al leerse en continuidad. Transcribo:

“Hoy vi algo increíble: vi esconderse el sol.”

“Se perdió atrás del desierto.” “El Nilo ya no fue de oro.”

“Bañó  las aguas del Nilo con plata.”

“En la cima de la barca el viento y las estrellas.”

El orden cronológico no ha sido alterado, solo borre las extensas distancias de texto inútil.

Luego de contemplar y recorrer el gran templo de Karnac expreso: 

“He visto Roma y nada se compara con el templo de Karnac, Tebas, País de Egipto.”

En esta afirmación promulga con soberbia de salmo, una pretensión de supremacía arquitectónica y metafísica de Karnac por sobre la perla urbana de occidente.
 De todos modos no hubiera perdido mi tiempo en buscar estos escasos ejemplos de la inspiración oral de Lucero, de no haber leído, lo que es a mi criterio, el fragmento más valioso de las notas de Quiroga. Transcribo:

“Dios creó las montañas y les dio su forma perfectamente imperfecta e irregular. El hombre vio el paisaje del desierto al sur de ambas márgenes del río de la vida  y quiso copiarlas y ser grande y eterno como el creador. Sus mediocres copias hijas de su visión racional y de paganos cálculos geométricos, las hizo imperfectamente perfectas y regulares.
Desilusionado el hombre vio sus pirámides perderse en la arena,  avergonzadas ante las soberbias montañas de Amón-Rá.”

El fragmento pertenece a una larga secuencia que Quiroga hizo de comentarios delirantes que Lucero balbuceó bajo los efectos de la fiebre.
 Cuando tiempo después, ya muy anciano y decadente, se le preguntó a Ramón Lucero por su viaje al norte de África y la cuenca del Nilo, solo repitió este fragmento casi exactamente con las mismas palabras, según informan otras fuentes consultadas.
Fuera de esto, solo diré que al visitar el templo de Abu-simbel, cayó de rodillas y lloró.


A F P S

sábado, 14 de abril de 2012

De los días antiguos a la historia

Los días en el paraíso son distintos a los de la historia. La diferencia más importante, es la forma de percibir el tiempo. Aquí en el dominio de los hombres, reina la idea de un tiempo lineal, es decir, un tiempo donde los nombres quedan en la memoria y se van sucediendo como en un camino. Se trata de un mundo con principio y fin. En él las cosas se originan, deterioran y luego polvo. Los días se suman unos a otros y el tiempo pasa rápido, al punto, que se divide y se cuenta hasta la milésima parte de un instante. Todo se cuenta: las distancias, los volúmenes, los Reyes. El mundo de los hombres se llama historia y nace y muere como éste. Es consecuencia del pecado de conocer; es la soberbia de recordar. Es un mundo condenado al fin.
En cambio, el paraíso se trata de un acto aquí y ahora. El tiempo es un camino circular y se rige por la naturaleza: es verano, es otoño, es primavera y luego otra vez verano. Las cosas no terminan, sino que se suceden eternamente, en un camino de transformaciones. El tiempo es eterno y todos los días son el día y las estaciones siempre vuelven igual. Los años no se cuentan, es más, no se nombra pues lo vital se renueva y es fértil. ¡La música de Dios dibuja todas las cosas! ¡Todos bailan la creación! Pero nadie reina, solo el silencio, que es la palabra. 

jueves, 29 de marzo de 2012

Una mujer escribe a maquina

Las palabras

Escribo para descubrir, no para confirmar. Las palabras son retratos, biografías inconscientes y somnolientas, muchas veces contaminadas. Las palabras nunca llenan el vacío pero lo contienen y a veces parecen hermosas. Yo las quiero y son una de las pocas cosas que me gustan del tiempo; y son lo único que amo del tiempo.

Los libros tienen muchas palabras y los amo, pero he leído y ya no los reconozco, veo sus estructuras repetirse, también sus personajes. Sé que son solo unos pocos. Ellos se cambian nombre, ropa, estirpe, y hasta el origen pero son solo unos pocos. Cuando uno se da cuenta de que lo escrito ya fue escrito; de que las posibilidades de crear no son mas que leves variaciones de una misa raíz del relato o de la palabra, entonces la palabra pierde su sentido, enseñan por su sonido: allí esta su naturaleza. No es la cosa que es nombrada lo importante, es el sonido que inspira, que conforma un nombre atractivo al oído. Hay que entender el origen de esa inspiración del sonido, de esa música para entender la verdad de la palabra, que no es mas que la refracción en miles de variantes de un único sonido raíz, que en términos de luz es blanco y cada sonido es una descomposición de su campo cromáticos. Disfruten del sonido hasta que el negro silencio lo absorba, la boca absurda los atrapara.
No se cuado empecé con todo esto. No, no lo se. No se si avanzara.


Lo absurdo

Hay un movimiento con los dedos que me gusta, algo así (lo hace). No se, no significa nada... quisiera que signifique para poder hacerlo con mas convicción. Hay cosas que me gustan pero no dicen nada y aun así para mi tiene una profundidad: una realeza de concepto; siento que tienen un poder; una lógica tan profunda que raciocinio no comprende. ¿Ese es el espíritu de lo absurdo? algo que seriamente produce abstracción y une a lo infinito y al misterio pero que no podría explicar, solo hacer. ¿Se trata el absurdismo de actos contemplativos, de formas de conocimientos superiores o por lo menos ajenas a la razón conciente?

Aquí el espacio se diluye pero es un buen espacio y aunque defino su esencia seriamente, como dije, absurda se que he dicho nada y que lo mas importante de todo esto es el sonido de las teclas tipiando armoniosamente sobre el timbre, entonación y canto de mi vos. Lo que escribe, en realidad no será leído, no fue escrito… ya lo he olvidado pero seguramente fue disfrutado, y me ha enseñado algo.

miércoles, 29 de febrero de 2012

Kubrick: dualidad, contra punto y síntesis

“S.K. avanza dando rodeos, quien sabe hacia donde y aún menos por qué. […] La obra de S. K. podría considerarse, esquemáticamente, como una forma de dar respuestas distintas a lo inefable (lo que queda fuera de la explicación verbal).” (Frederic Raphael, Aquí Kubrick p. 142)
¿Cuál es el “gran tema” Kubrick? En Full Metal Jacket, (1987) un soldado que pelea en la guerra de Vietman tiene en su casco un pin con el símbolo de la paz y una inscripción que dice “nacido para matar”. Cuando le preguntan que significa esto contesta que es la dualidad del hombre. Las películas del director neoyorquino tienen muy en cuenta esta cuestión de la dualidad del hombre y no se preocupa por expresar algún juicio valorativa sobre este tema, solo se limita a poner la maquina en funcionamiento y ver que es lo que pasa. En el caso de 2001, Odisea en el espacio pone a este hombre, ni bueno ni malo, en los limites de su propia humanidad, en los limites de su propio universo.
Kubrick es un cineasta trascendente, filosófico y es capaz de expresar esta trascendencia desde el ámbito netamente formal.  Todas sus películas son distintas pero desde el procedimiento se reconcilian. Su materialidad cinematográfica es ideológica, es portadora de un discurso coherente que evoluciona hacia un lugar preciso. En su cine una cáscara de realidad documental funciona como marco para otra cosa y el punto de vista rige el modo de pensar la realidad.

La mirada que filtra y modifica la realidad, es la misma que observa sin participar. Este equilibrio frágil entre verismo documental y construcción artificial; Este contrapunto entre el ojo que filtra y distorsiona la realidad y el inmóvil observador omnisciente que no toma partido; Este contraste entre elementos intelectuales y la emocionalidad mas pura y abstracta materializada en la música; Este recorrido desde el origen ancestral más precario y rustico a la emancipación de un ser sobrehumano. Este es el gran tema de Stanley Kubrick y su máxima expresión 2001, odisea en el espacio: “la dualidad del hombre”. Una construcción en contrapunto que permite la convivencia de los opuestos. Ni pacifico, ni bélico: ambos me son propios (lo expreso en primera persona porque es la forma adecuada de asumir esta contradicción).

De la experiencia formal del contrapunto entre opuestos complementarios surge la epifanía; la revelación de lo real verdadero; lo indecible de esa misma contradicción que nos provoca extrañamiento, incomodidad, perturbación y angustia pero también nos seduce y emociona. En la experiencia de extrañamiento, lo cotidiano se vuelve ajeno y nos reconocemos en lo trascedente, entramos en contacto con lo inefable: un estado de sublimación pura (Gastón Bachelard, La poética del espacio). En palabras más simples todo parece muy “real” muy verosímil y sin embargo hay algo latente que enrarece el aire; algo más real que el realismo: “lo real trascendente”, lo indecible. Esa es la atmosfera enrarecida que se respira en los films de K.


Hal: una maquina más humana que un humano.

David: un humano mas mecánico que la maquina.

La síntesis es la dualidad, no la suma de las partes sino la totalidad: Lo perfectamente imperfecto.



A. Federico Picasso Stefani 

lunes, 6 de febrero de 2012

Poéticas de la Puesta en Abismo, un legado trágico

Cuando un personaje trágico se encuentra ante el vacío, ante esa “ultima verdad”; ante la oscuridad de la nada que hay tras de él, dentro de él y a su alrededor tiene tres salidas: una es el exilio (que lo quita del espacio trágico y de su condición trágica para desaparecer de ese plano de existencia poética), la segunda es la muerte liberadora y la tercera opción es prescindir de sus sentidos, lo cual, desde el punto de vista trágico, es análogo a la muerte pues en el espacio trágico quien no es percibido no existe. 

Cuando un personaje trágico deja de hablar muere, cuando un personaje trágico descubre el abismo y lo cruza muere; cuando un personaje trágico reconoce el vacío solo desea morir o arrancarse los sentidos que en la lógica de una existencia que se basa en la posibilidad de ser percibido y percibir se iguala a la muerte: no hablar, no ser visto, no ver nada es igual a no ser, es igual a la muerte. Eso hace que no sea tan importante lo que se dice como el acto de decir, mantener abierto el canal comunicativo fácticamente.

Estos elementos que atribuyo a la tragedia y que, me animaría decir: son intrínsecos de su genética, están presentes en otras poéticas que se ocupan de la condición trágica del ser. Pero no necesariamente estas poéticas a las que me refiero tratan del héroe trágico, sino que como en el caso del teatro estático de Maeterlinck, donde lo trascendente se expresa en lo que él llamó “el trágico cotidiano”, estas experiencias surgen inclusive con mayor potencia en personajes despojados, mendigos, ciegos y en algunos casos hasta mutilados.

Los personajes de Beckett no tienen la posibilidad de acceder a la instancia de revelación como lo hacían los Héroes Trágicos o ni siquiera como intuición de lo sublime, experiencia que si tienen los personajes de la obra Los Ciegos de Maeterlinck. En Beckett, mas allá de del abismo; mas allá de las palabras o de la acción en espacios limitados no hay nada que justifique el deambular y parlotear de los personajes. Para ellos la condición de “estar aquí y ahora” es un fin en si mismo o mejor dicho un fin sin finalidad, que es preferible a la culminación y la ausencia propia. Allí nada tiene sentido y aun así es preferible seguir diciendo, seguir haciendo. Esa es la esencia de la condición trágica.  Esperando a Godot de Beckett  puede tomarse como ejemplo de una poética que pone en abismo al ser. Estos personajes perciben y son percibidos en el mundo. La percepción es la que determina su existencia y continuidad a pesar del vaciamiento de sentido; a pesar de la imposibilidad de verdad, imposibilidad de dios o de autor inclusive.  

El teatro es una disciplina que favorece la representación de la condición trágica al estar haciendo y diciendo en el mundo más allá del silencio del abismo. Las condiciones materiales de su existencia: su estar aquí y ahora de los cuerpos, su desarrollo temporal, el uso de la acción y la palabra sonora, la liminalidad de su geografía espacial hacen del teatro una metáfora perfecta de la condición trágica y puesta en abismo del ser. Ya que puede hacerse una analogía entre la condición del ser trágico y la condición del personaje sujeto a una presencia ausente que es el autor, expuesto a un abismo que es el límite del espacio escénico donde esta condicionado a decir y hacer para existir.

Hay quienes niegan la posibilidad de la tragedia en la posmodernidad y en el teatro contemporáneo. Yo digo que no hay nada mas vigente y poderoso que lo trágico,que la pusta en abismo.


A Federico Picasso